Los corredores de El país de las últimas cosas de Auster
Siempre he imaginado a los corredores de El país de las últimas cosas de Auster como tipos arrugados, con zapatillas viejas, con calcetines blancos de mercadillo, con pantalones cortos demasiado grandes y camisetas sucias y roídas que corren porque sí, porque no hay otra cosa que hacer, que sudan, que tropiezan, que se caen, que… Seguir leyendo